Todo sobre las mascarillas higiénicas, quirúrgicas y filtrantes
El 20 de mayo de 2020 se hacía obligatorio el uso de mascarillas en España para toda la población con más de seis años. Hace casi un año de esto y todavía son muchas las dudas que existen acerca de qué mascarillas deben utilizarse, cuál es su eficacia y por qué se desaconseja el uso de algunas de ellas.
Hay criterios que han cambiado con respecto al principio de la pandemia y también recomendaciones que a pesar de no haber sido difundidas de manera oficial por las autoridades competentes han ido calando en la sociedad. Ante unos consejos y normas en constante revisión es difícil estar seguro de si lo que era correcto hace cuatro meses sigue siéndolo hoy en día.
Por eso, desde RADIOURJC nos hemos propuesto reunir todos los datos sobre los diferentes tipos de mascarillas que existen en el mercado: sus características, por qué y para qué se desaconsejan o aconsejan cada una de ellas, sus tiempos de uso, composiciones, etiquetado, etc. Más allá de su tipología, hay algo en lo que coinciden todos los expertos y es en la importancia de ajustársela bien al rostro. Todo espacio que quede abierto entre las mascarillas y la cara será una vía de entrada y salida para el virus.
1. Mascarillas higiénicas
Las mascarillas higiénicas, son las comúnmente llamadas mascarillas de tela. Suelen estar compuestas por una o varias capas de material textil y en algunas de ellas existe la posibilidad de insertar un filtro entre capa y capa. Si son reutilizables, el fabricante deberá especificar el número máximo de lavados y una vez se supere el mismo la protección dejará de estar garantizada. Las no reutilizables deben ser desechadas después de su uso recomendado que suele ser cuatro horas. En caso de que se humedezca el tejido o se moje, será necesario cambiarla por otra. La Asociación Española de Normalización (UNE) asegura que no son un equipo de protección individual en el sentido del Reglamento UE / 2016/425, es decir, que protegen más al resto de personas de que las contagiemos que de que nos contagiemos nosotros mismos. Esto sucede porque el tejido del que están hechas impide la salida de microparticulas al exhalar, pero no impide la entrada de estas mismas al inhalar. En cuanto al etiquetado deberá aparecer reflejado lo siguiente: nombre del producto, talla, duración, instrucciones de uso, composición del material, mantenimiento, eficacia de filtración bacteriana (95% o más es la no reutilizables, 90% o más en las reutilizables) y respirabilidad (inferior a 60Pa/CM2)
2. Mascarillas quirúrgicas
El objetivo de este tipo de mascarillas al igual que las higiénicas es evitar que las persona que la lleva pueda transmitir agentes infecciosos, es decir, protege a los que nos rodean de las microparticulas que podamos expulsar cuando tosemos, estornudamos, respiramos o hablamos. Están diseñadas para filtrar el aire al exhalar, pero no al inhalar. Por eso protegen más al resto que a la propia persona que la lleva, porque si se respira a través de ellas y hay microparticulas del virus en el aire no serán filtradas. La duración recomendada de uso son cuatro horas y si se moja o humedece habría que sustituirla por una nueva. Son las que tienen el IVA más reducido, actualmente es del 4%. En su etiqueta deberá aparecer: el logo de certificado europeo y el estándar de calidad que en este caso es UNE EN 14683.
3. Mascarillas filtrantes (FFP1, FFP2, FFP3)
Las mascarillas filtrantes protegen tanto a las personas de alrededor como a la propia persona que la lleva. Filtran el aire al inhalar y lo limpian de agentes externos contaminantes o contagiosos, tanto en partículas como en aerosoles. Desde un principio solo se recomendó su uso a profesionales sanitarios, pero con la llegada de nuevas cepas son ya muchos los expertos que también las recomiendan para la población general. De hecho, en Alemania han hecho que sean de uso obligatorio para ir en transporte público o estar en comercios. La diferencia entre los tres tipos que existen es su capacidad de filtrado: la FFP1 tiene una eficacia de filtración del 78%, un rango muy por debajo del 90% que es el recomendado para estar protegido contra el COVID-19; la FFP2 tiene una capacidad de filtrado del 92% y un 8% de fuga hacia el exterior; y por último la FFP3, que ofrece un porcentaje de eficacia del filtrado del 98% y un 2% de fuga hacia el exterior. A la hora de comprarlas en su etiqueta tiene que aparecer lo siguiente: logo de certificado europeo, estándar de calidad UNE EN-149 y si es o no es reutilizable.