EL MICRÓFONO AMIGO. CÓMO DIRIGIRNOS A ÉL AL LOCUTAR
Son muchos los procesos y consideraciones que están implicados en la realización de un programa de radio. La preproducción, producción y postproducción son las tres fases principales, además de la difusión. En RADIO URJC entendemos que todas son importantes, por lo que insistimos en este sentido y seguimos aportando observaciones para hacer una radio mejor atendiendo a todas las partes del proceso. Ya sabes, desde la idea hasta la recepción por el destinatario intervienen muchos elementos que pueden mejorar o anular la bondad de un contenido.
En esta noticia vamos a hablar de la importancia de los micrófonos. Estamos en la fase de producción, realizando el programa. En este momento debemos ser más que conscientes de la utilidad de los micrófonos como herramienta fundamental. ¡No son un adorno!
En noticias anteriores os contamos respecto a qué tipo de micrófonos usamos en RADIO URJC y sobre su utilidad. Por ejemplo, la comparativa entre micros de gran diafragma que tenemos en nuestro estudio donde analizamos los modelos Behringer C-3, AT2020 y AKGP120.
También está en nuestro archivo de noticias un artículo sobre sistemas de captación para baterías. Artículo sencillo que tuvo mucha aceptación por su grado de utilidad. Por ello, no es extraño que en un futuro sigamos desarrollando contenidos en este sentido, pero hoy explicaremos el uso correcto de los mismos.
Antes de entrar en cómo hablar al micrófono, entendemos que es importante conocer un concepto externo al micro relacionado directamente con su tratamiento, como la ganancia. Entender el concepto de ganancia a la hora de trabajar con un micro, es esencial, y también para quienes locutan, puesto que así serán más conscientes de cómo trabajar con la mayor profesionalidad. Desde un concepto aplicado básico, la ganancia va a permitir un ajuste de sensibilidad respecto a la salida de señal que envía el micrófono, lo que aumenta el “rango de captación”, permitiendo variaciones sobre a señal captada. Lógicamente esto está muy relacionado entre otros aspectos, con la sensibilidad y directividad del micro. En este sentido no deben olvidarse los datos referidos a nivel de ruido propio, nivel de presión sonora y rango dinámico, entre otros aspectos. Saber esto te puede ayudar a elegir dependiendo del tipo de producción que se vaya a acometer.
Vamos a situarnos conforme a un orden lógico desde que llegamos al estudio hasta que comenzamos a grabar. Por ejemplo:
1. Según llegamos al estudio los locutores (principalmente el conductor), deberán ponerse los auriculares nada más colocar su guion en mesa. Es fundamental la comunicación entre locutores y equipo técnico.
2. El equipo técnico comenzará la “toma de voces”. Esto es, ajustar los parámetros de cada micrófono para equilibrar nivel de presencia y ecualización.
3. Para esa prueba será necesario hablar de la misma forma con la que se va a hablar en el programa. No debe hacerse de forma distinta, ya que eso puede poner en riesgo una buena captación inicial, lo que puede generar complicaciones posteriores. El locutor debe colocarse en posición correcta y hablar con normalidad.
4. Las voces se toman en inicio de forma individual, y posteriormente en conjunto. También es necesario ajustar el nivel de los envíos a cascos. Por ello, paciencia y que cada locutor solicite el nivel particular que requiera. NOTA para todos: no se deben poner los auriculares pegados al micro. Puede provocar molestias inncesarias.
5. Una vez ajustadas todas las voces y distintas señales, ya se puede comenzar la realización del programa.
Si no hablas directamente y con proximidad al micrófono, no se te escuchará correctamente. OJO con los problemas derivados de la relajación consecuencia de sentirse cómodo y olvidarse que se está ante un micrófono en un estudio de radio. Para que no haya problemas:
– Lo primero, el micro debe estar bien colocado. Fíjate en que tu boca y el receptor sonoro estén alineados. Si está colocado en mesa, que la altura sea la correcta, y si tiene un brazo o soporte de araña, revisa que está puesto de frente y, de nuevo, a tu altura.
– El guión/papel no debe obstaculizar la toma del micrófono. La posición del guión es fundamental y puede influir mucho en la postura de la cabeza, lo que puede generar que la boca no esté directamente direccionada al micrófono. Si usas un ordenador, prueba a posicionarlo retirado y detrás.
– Dependiendo del micro y de las características del estudio, podrá variar la distancia entre la boca y el micro. No obstante, una distancia aproximada de entre 10 y 20 cm puede servir.
– Es primordial mantener la orientación de la voz hacia el micrófono. Si se habla con alguien que está al lado, debe intentarse mantener la conexión directa voz-micro. Girar 90º la cara puede provocar una pérdida notoria de la señal, principalmente en armónicos, generando una merma en la intensidad y matices de la señal captada.
– La radio posee planos o grados de presencia de la señal: primer plano, plano medio y plano general. En una producción radiofónica al uso, lo lógico es mantener una señal presente, no obstante, en distintas ocasiones puede ser de agradecer que el locutor según el recurso narrativo que necesite, matice este aspecto alejándose o acercándose al micro. Así mismo, para susurrar o crear algo más íntimo, nos acercaremos.
– Cada locutor utilizará su nivel de intensidad particular, para eso está la técnica, para solventar y equilibrar este tipo de variación de dinámicas, pero sin duda un uso normalizado del nivel de proyección por parte de los locutores puede ayudar a construir una mezcla mucho más equilibrada. Si un invitado es muy tímido, está asustado o es excesivamente “expresivo”, lógicamente se le respetará en su modo de expresión, pero sin necesidad de exigir una mutuación de la personalidad, sí se le puede solicitar pequeñas modificaciones que ayuden al mejor recorrido de la producción. Trabajar en equipo requiere colaboración.
Esperamos que te sea de utilidad.
RADIO URJC, ¡Viva y tuya!