LOS TEST DE SALIVA DETECTAN EL SARS-COV-2 MÁS RÁPIDOS QUE LOS HISOPOS NASALES, SEGÚN UN ESTUDIO
Según un estudio publicado en 'Microbiology Spectrum' (revista de la Sociedad Americana de Microbiología), las pruebas de diagnóstico genéticas que utilizan muestras de saliva identifican el virus SARS-CoV-2 más rápido que las pruebas de hisopos nasales.
El coautor Donald K. Milton, profesor de salud ocupacional y ambiental en el Instituto de Salud Ambiental Aplicada de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland, afirma que llegar a esta conclusión es muy importante. “La gente puede contagiar el COVID-19 antes de saber que lo tiene. Una detección más temprana puede reducir la propagación de la enfermedad", explica.
La razón por la que esta investigación se llevó a cabo tiene que ver con la escasez de suministros, sobre todo de hisopos nasales, que tuvo lugar al inicio de la pandemia, debido a que en aquel momento eran el método estándar de recogida de muestras para las pruebas.
Milton y el resto del equipo de investigadores descubrieron que algunos de los voluntarios asintomáticos que dieron positivo en COVID-19 solían mostrar los síntomas unos o varios días después de la prueba. Y este fue uno de los motivos según afirman los investigadores por los que empezaron a plantearse “si la saliva era mejor para detectar a los pacientes presintomáticos que los tradicionales hisopos nasales".
Con el objetivo de despejar esta cuestión y utilizando los datos de un estudio complementario de contactos cercanos de personas con casos confirmados de COVID-19, los investigadores recogieron muestras de saliva y de hisopos nasales de esos contactos en un periodo de tiempo de dos o tres días durante la cuarentena.
"Todas las muestras se analizaron mediante la reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa en tiempo real (RT-PCR) para detectar el SARS-CoV-2 y medir la cantidad de ARN viral que había en las muestras. Luego analizamos cómo cambiaban estos resultados en los días anteriores y posteriores a la aparición de los síntomas", señala el coautor Donald K. Milton.
Los datos reflejaron que "al principio del curso de la infección, la saliva fue significativamente más sensible que los hisopos nasales de la parte media", sobre todo justo antes de la aparición de los síntomas.
Los principales beneficios del estudio se asocian a la reducción del coste en los cribados masivos, la mejora de la seguridad del personal sanitario que realiza las pruebas y la aceptación pública de las pruebas para detectar el COVID-19.
Con respecto a la seguridad del personal sanitario, los test autodiagnósticos de saliva evitan el contacto estrecho con el paciente, y reducen también las posibilidades de que estornude, un acto en el que pueden propagarse partículas del virus. Además, los test de saliva no conllevan las molestias nasales que pueden ocasionar los test con hisopos.
"Nuestra investigación apoya el uso de la saliva en el cribado a gran escala en escuelas y lugares de trabajo, como medio para mejorar las tasas de cribado, así como la detección temprana”, recalca Milton. Y añade que “si las pruebas rápidas de saliva llegan a estar disponibles, podrían suponer un gran avance respecto a las actuales pruebas rápidas basadas en hisopos nasales".
Elena Vivar