HALLAN UN COMPUESTO QUÍMICO EN LOS CORALES BLANCOS VINCULADO A TRATAMIENTOS CONTRA EL CÁNCER
Un tipo de coral blando muy común en la costa de Florida produce un componente químico relacionado con tratamientos contra el cáncer. Así lo revela un estudio llevado a cabo por un equipo de científicos estadounidense y publicado en la revista "Nature Chemical Biology”.
El estudio, según los investigadores, supone una gran aproximación al objetivo de fabricar ese mismo compuesto, la eleucerobina, en un laboratorio.
Cabe destacar que hallar eleucerobina en los colares no es un hecho relevante, pues el componente fue descubierto en los años 90 por un grupo de científicos marinos en una especie de coral poco común en la costa de Australia. Tras numerosos experimentos preliminares, consiguieron dilucidar que los corales producían la eleucerobina con el fin de defenderse ante los depredadores, y que esta sustancia tenía la capacidad de inhibir el crecimiento de las células cancerígenas.
Sin embargo, ninguna investigación logró encontrar fuentes suficientes del químico como para llevar a cabo el desarrollo de fármacos, y además, su recreación en el laboratorio era imposible ya que no se conocía cómo se sintetizaba en la naturaleza.
Los investigadores dirigidos por Eric Schmidt, científico de la Universidad de Utah, lograron determinar, después de identificar la existencia de esta sustancia en los corales blandos, el código genético que utiliza para la sintetización.
Siguiendo ese código, los científicos consiguieron dar los primeros pasos para fabricar el compuesto en el laboratorio. El equipo asegura que, si se consiguiera producir altas cantidades, se podrían realizar pruebas más exhaustivas con el fin de verificar y comprobar su efectividad contra el cáncer.
Uno de los factores que empuja a los investigadores a lograr su objetivo es que la eleucerobina tiene ventajas frente a otros compuestos descubiertos en animales para su uso en medicina.
Una de estas ventajas es que, el químico de los corales puede ser ingerido y por tanto es más digerible, mientras que otras sustancias químicas venenosas que inyectan algunas especies no ofrecen esta posibilidad.
Esto supone que en el caso de que pudiese convertirse en un medicamento su administración podría ser mediante una pastilla en lugar de una inyección y su digestión sería también más fácil. Schmidt afirma que este tipo de compuestos son más difíciles de encontrar, pero son más fáciles de fabricar en el laboratorio y más fáciles de tomar como medicina".
Los autores del estudio confirman que lo corales son una gran fuente de inspiración para la ciencia ya que también fabrican otros compuestos antiinflamatorios y antibióticos. Además, sostienen que, gracias a los avances desarrollados durante su estudio, es posible que los resultados obtenidos puedan utilizarse como referente para desarrollar este otro tipo de compuestos en un laboratorio.
Elena Vivar