Actualmente, las inteligencias artificiales son algo que están en la palestra como debate sobre si realmente benefician a la sociedad. Una cosa que está clara es que la amenaza hacia el mundo académico es directa, ya que la autoría de las cosas queda en duda debido a la utilización de esta máquina para hacer resúmenes e incluso en la creación de narrativas. Pero preguntas que surgen habitualmente ante esta fuente de información y creación es de dónde sale exactamente los datos que se utilizan, ya que la empresa creadora de la misma, Open IA no se muestra transparente a la hora de mostrar las fuentes, alegando que proceden de sitios web de dominio público sin interferir en ningún tipo de derecho de autor.
Ante estas dudables declaraciones, Paul Tremblay, Mona Awad y Sarah Silverman, han tomado cartas en el asunto y han decido denunciar a la compañía, ya que estos alegan que les han arrebatado sus libros utilizándolos para “entrenar” a Chatgpt. Tremblay y Awad denunciaron simplemente a Open IA, pero Silverman, comediante aclamada en EE.UU., también denuncio a la compañía Meta, ya que ella afirma que utilizaron ilegalmente sus memorias, The Bedwetter, para la formación de la lingüística de las inteligencias artificiales. En principio, las argumentaciones que presentan estos tres escritores es que la inteligencia artificial puede hacer resúmenes de sus obras de una forma muy precisa, tanto como si la hubieran insertado directamente en sus sistemas de información. Muchos personajes reconocibles con derechos de autor halagan a estos tres escritores diciendo que han tomado una iniciativa que beneficia a los académicos y artistas en general, y, aunque a día de hoy con la amplitud que recoge internet es muy difícil ponerle límites, es audaz que intenten reclamar lo que les pertenece. Por eso esta demanda no deja de ser una medida para empezar a regular las inteligencias artificiales, ya que, como ses ha podido comprobar este ultimo año, las realidades que pueden llegar a crear son tan reales que puede hacerte dudar sobre lo que se está viendo.
En definitiva, las inteligencias artificiales son un debate que se extenderá en el tiempo, ya que los derechos de autor de todos los campos están en peligro, así como la sustitución en trabajos artísticos. Por todo esto no está de más que las personas denuncien si realmente este nuevo sistema interfiere con su imagen o con su propia integridad.