LA VARIANTE B.1.617 DETECTADA EN INDIA: LA ÚNICA FORMADA POR DOS MUTACIONES DISTINTAS
India está viviendo una de olas más agresivas de COVID-19. Las cifras de contagios no paran de subir desde hace semanas, en solo tres días se han llegado a acumular más de un millón de casos nuevos. Este lunes han llegado a registrarse 352.991 nuevos contagios y 2.812 muertes. Ningún país había llegado a alcanzar estas cifras en ningún punto de la pandemia.
La situación es crítica y podría deberse a una confluencia de diferentes circunstancias. Según apunta la revista Nature -basándose en un estudio dirigido por Manoj Murhekar, director del Instituto Nacional de Epidemiología de India-, hay tres elementos que podrían explicar el panorama tan preocupante al que se enfrenta en estos momentos India, y son: un aumento en las interacciones sociales sin restricciones, una baja cobertura de vacunas y la aparición de variantes mucho más infecciosas. Este último factor ha empezado a preocupar a otros países como Reino Unido que ya no permiten la entrada de viajeros que vengan de India a no ser que sean residentes, si es ese el caso tendrán que realizar una cuarentena en hoteles designados por el gobierno británico. España hacía lo mismo anunciando que este miércoles publicará en el BOE el decreto que ordena el confinamiento temporal de las personas que lleguen desde ese país.
Las autoridades indias notificaron la presencia de esta nueva variante el 5 de octubre de 2020 en la base de datos global GISAID. Cuatro meses después, a finales de febrero de 2021, Reino Unido y Estados Unidos identificaron el primer caso dentro de su territorio. Según los datos actualizados del GISAID actualmente el país con más casos por detrás de India, es el Reino Unido con 268, pero también se han registrado once casos en Alemania, seis en Suiza, cuatro en Bélgica, tres en Irlanda, tres en Italia, uno en Francia y otro en España. Cabe apuntar que el caso contabilizado dentro de territorio español no ha sido todavía confirmado. De hecho, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), afirmó este lunes en rueda de prensa que “no se ha detectado ningún caso de la variante india”.
La variante denominada B.1.617 a diferencia de otras como la británica o la brasileña tiene dos mutaciones- E484Q y L425R, de ahí que también se le llame ‘doble mutante’- que modifican la estructura de la espícula del virus. Se había encontrado por separado en otras cepas, pero nunca juntas en una sola variante. La primera de las mutaciones, la E484Q, afecta directamente a un aminoácido de la proteína S que también está alterado en las variantes sudafricana y brasileña. La segunda mutación, la L452R, se ha encontró con anterioridad en la variante californiana. Esta variación incide en la parte de la proteína S que se comunica con el receptor ACE2, algo que podría facilitar la fijación del virus en las células sanas del organismo. En definitiva, lo que hace esta doble mutación es provocar una alteración de la proteína que los anticuerpos ya habían aprendido a detectar para combatir el virus. Al cambiar esta proteína el virus obtiene una mayor resistencia, se hace más escurridizo para el sistema inmune porque no localiza la proteína contra la que había aprendido a luchar con anterioridad.
Hasta el momento no se ha podido demostrar que esta variante sea más letal. La semana pasada el Reino Unido la calificó como “cepa en investigación”, una denominación que se les otorga a las nuevas variantes potencialmente peligrosas de las que todavía no se conocen todos los detalles. Para que la cepa pase a ser una “variante preocupante” tiene que confirmarse que se propaga más rápidamente, que provoca que la enfermedad sea más grave o que evade la inmunidad adquirida por la vacunación o las infecciones anteriores.
Las opiniones entre científicos con respecto a la amenaza que supone esta nueva cepa no apuntan en una misma dirección. Danny Altmann, profesor de Inmunología del Imperial College de Londres, en declaraciones a The Guardian afirmó que a raíz de todo lo que se conoce sobre esta variante existen muchas posibilidades de que pronto pase a adquirir la categoría de "variante preocupante". Sin embargo, Jeffrey Barrett, director de la iniciativa genómica COVID-19 del Instituto Sanger, explicaba al mismo medio que la cepa detectada en India podría ser incluso menos problemática que las variantes de Sudáfrica, Brasil o Reino Unido. En India la B.1.617 ha estado presente a niveles bajos durante meses, ha llegado a otros lugares y no ha despuntado tan rápidamente como lo hizo la variante británica que ahora predomina en Europa, argumenta Barret.