LA VARIANTE DELTA CRECE EN ESPAÑA: RIESGOS Y EFECTIVIDAD DE LAS VACUNAS
La variante delta -también conocida como india o B.1.617.2- supone ya el 4% de los casos de COVID-19 detectados en España, tres puntos más que hace una semana. La cepa predominante continúa siendo la B.1.1.7 o alfa, anteriormente denominada británica, aunque su incidencia ha bajado del 70%.
Así se refleja en la actualización de la situación epidemiológica de las variantes del virus SARS-CoV-2 realizada por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad. Aunque todas las comunidades están llevando a cabo actividades de control basadas en la secuenciación, el propio documento advierte de que la información disponible en el Sistema de Vigilancia en España (SiViEs) es "todavía limitada". De hecho, los datos más actualizados corresponden solo a 11 comunidades: Andalucía, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Murcia, Navarra, La Rioja, y Ceuta y Melilla.
La información que permite conocer la incidencia de cada variante se extrae de dos formas diferentes: la primera es la secuenciación del genoma, con ella es factible analizar todas las posibles mutaciones y su asignación a un linaje en concreto; la segunda son las pruebas de cribado mediante PCR, que son capaces de detectar una o varias mutaciones y hacen una identificación "presuntiva” de las variantes que comparten esa mutación.
Según los datos preliminares de secuenciación del informe, las variantes que más espacio han ganado son la B.1.351 o beta, originada en Sudáfrica; la B.1.617.2 o delta, predominante en India; y la B.1.526 o iota, detectada por primera vez en Nueva York. La cepa que más ha aumentado con respecto al resto de semanas es la delta: en las cinco últimas semanas se situaba con valores por debajo del 1%, ahora se sitúa en torno al 4%. Una comunidad autónoma, no se especifica cuál, ha notificado en las tres últimas semanas tres brotes causados por esta variante con 25, 21 y 16 casos respectivamente. Y en otra autonomía -también sin especificar- se ha detectado un brote con 5 casos hasta el momento y varios casos sospechosos pendientes de confirmar.
La variante delta, surgió en India durante el pasado otoño, y actualmente se ha podido observar cómo ha pasado a ser una de las variantes predominantes en países como Reino Unido, donde supone más del 90 % de los casos. El microbiólogo de la Universidad de Navarra Ignacio López-Goñi asegura en declaraciones para la Agencia EFE que, según los datos procedentes de la Salud Pública de Reino Unido, la variante delta “tiene cierto escape a los anticuerpos neutralizantes a nivel experimental, y menor eficacia con una dosis de vacuna”. Aun así, explica López-Goñi, la inoculación de las dos dosis de Pfizer o AstraZeneca son “lo suficientemente eficaces como para controlar esta variante, proporcionan una buena respuesta inmune y son efectivas para prevenir la hospitalización”.
Sobre los riesgos que podría suponer esta variante, Federico Martinón-Torres, pediatra y miembro del comité asesor de vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, comenta al mismo medio que “lo máximo que se ha podido demostrar, aceptado por la comunidad científica, es un ligero aumento en la capacidad de transmisión, hacia el 30 %”. De lo que “no hay evidencias todavía”, explica el microbiólogo López-Goñi, es de que la variante delta esté asociada a una mayor gravedad de la enfermedad.
Tanto la OMS como la comunidad científica avalan la protección que ofrecen las vacunas de Pfizer y AstraZeneca. Por el momento, no existen estudios que demuestren la eficacia o pérdida de la misma de las vacunas Janssen y Moderna ante la variante Delta. Pero tanto la OMS como la comunidad científica remarcan la importancia de completar la pauta y poner la segunda dosis de las vacunas cuanto antes. La debilidad que supone tener puesta una única dosis ya se ha notado en Reino Unido. Allí más de un 80 % de la población cuenta con una dosis y el 58 % con las dos y la aparición de la variante B.1.617.2 ha ocasionado un repunte de casos y retrasado un mes la fase final de desconfinamiento.