¿QUÉ OPINAN LOS EXPERTOS SOBRE LA REDUCCIÓN DE LOS PERIODOS DE AISLAMIENTO EN LAS PERSONAS CONTAGIADAS POR COVID-19?
Desde que empezaron a surgir los primeros casos de la variante ómicron no ha pasado mucho tiempo, pero lo cierto es que actualmente se trata de la cepa predominante. A pesar de ser mucho más contagiosa que las anteriores, sus síntomas son más leves gracias al tanto por ciento de población vacunada. Sin embargo, todavía hay que actuar con prudencia ya que para los grupos vulnerables puede suponer un cuadro peligroso de infección.
En muchos países han decidido reducir los periodos de aislamiento: en Estados Unidos han pasado de los 14 días a los 5, en España y Reino Unido han reducido los días de confinamiento a 7. Según las autoridades estas medidas han sido modificadas debido a que la sintomatología de la variante ómicron es menos grave, además de que ya hay una gran cantidad de la población vacunada dentro de sus fronteras.
Expertos en el ámbito de la microbiología consideran que reducir los tiempos de aislamiento con una población que mayoritariamente ha recibido ya la pauta completa de la vacuna entra dentro de lo esperado. Aun así, destacan la importancia de seguir siendo especialmente cautelosos entre los días 7 y 10 después de haber dado positivo en COVID-19.
El jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, el doctor Rafael Cantón, miembro de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) comenta a EuropaPress que “reducir los aislamientos a 7 días y en un ambiente de vacunación responde a una evaluación de riesgo-beneficio” debido a que ha podido demostrarse que en torno a ese día de la infección la carga viral y la posibilidad de contagiar disminuye de manera considerable.
"El problema que teníamos es que uno se pasaba hasta 14 días en aislamiento, y llegaba un momento en el que se incorporaba a su actividad normal tras haber realizado un perjuicio laboral o de organización familiar. El riesgo de que transmita una persona puede ocurrir, pero baja radicalmente. También hay que tener en cuenta que el que puede infectarse también tiene una protección con la vacuna. Por lo que a lo largo de la pandemia hay que hacer una evaluación de riesgo-beneficio", indica el doctor Cantón.
Por su parte, Gabriel Reina, especialista en Microbiología y Parasitología de Clínica Universidad de Navarra, y también miembro de la SEIMC, defiende que la decisión de reducir los periodos de aislamiento de las personas contagiadas por COVID-19 se ha tomado teniendo en cuenta que con la variante ómicron los periodos de contagiosidad son más cortos, aunque la capacidad de infectar a otros "a los 7 días todavía se ve" en algunas personas.
El experto en Microbiología y Parasitología subraya que: "Entre el día 7 y 10 habría que tener cuidado y ser especialmente cuidadoso en el modo de vida y ser todavía más precavido en el tema de las precauciones básicas en cuanto al empleo de mascarillas y de evitar contactos sociales, aunque a los 7 días se levante la cuarentena, y en muchos casos ya sea suficiente, sobre todo si están vacunados".
En la población vacunada la enfermedad desaparece antes, tal y como explica el doctor Reina, aunque también apunta que el pico de virus es similar entre personas vacunadas y sin vacunar, la diferencia es que los no vacunados tienen cuadros más largos de la enfermedad. En las personas vacunadas la enfermedad dura menos porque "en cuanto el sistema el inmune se da cuenta de que el virus ha entrado en el organismo es capaz de eliminarlo más rápidamente".
La doctora Esther Calbo, profesora del Grado en Medicina de UIC Barcelona y responsable de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y directora del ámbito asistencia médico del Hospital Universitario Mútua de Terrassa, subraya en declaraciones para EuropaPress que la medida responde más al hecho de compatibilizar el control de la enfermedad con la vida de la población.
"Originariamente, se ha visto de forma preliminar que en cultivos virales a partir del octavo día la viabilidad de la infección del virus cae en picado. Aunque hay escasas evidencias es bastante plausible que caiga mucho la capacidad de infectar y esto hace que reduciendo cuarentenas podamos mejorar la dinámica de la población de acudir al trabajo y la escolarización de los niños. Es intentar combinar la vida ordinaria con el riesgo de infección, que es plausible, a partir de las pocas evidencias que existen", explica esta especialista de UIC.