EL 32% DE LOS ADULTOS MAYORES DE 65 TUVIERON SECUELAS DESPUÉS DEL COVID-19, SEGÚN UN ESTUDIO
Según un estudio publicado en The BMJ, una revista médica publicada semanalmente en Reino Unido, al menos un tercio de los adultos infectados por COVID-19 durante 2020 desarrollaron una nueva afección y necesitaron recibir atención médica en los meses posteriores a la infección inicial.
Las afecciones que se produjeron después de la infección por COVID-19 afectaron al corazón, los riñones, los pulmones y el hígado. Asimismo, también aparecieron complicaciones de salud mental.
Poco a poco están comenzando a desarrollarse estudios que examinan la frecuencia y la gravedad de las secuelas tras el COVID-19. La investigación publicada en The BMJ no solo examina los dos parámetros anteriores, sino que también analiza el riesgo de padecer nuevas afecciones desencadenadas por la infección del SARS-CoV-2 en adultos mayores.
Los investigadores estadounidenses han abordado esta cuestión utilizando los registros de los planes de seguro médico y han centrado el estudio en 133.366 individuos de 65 años o más que en 2020 fueron diagnosticados con COVID-19 antes del 1 de abril de 2020. Al mismo tiempo, estos individuos fueron emparejados con tres grupos de comparación que no habían sido diagnosticados con COVID-19 en 2020, 2019 y un grupo diagnosticado con una enfermedad viral del tracto respiratorio inferior.
El equipo de científicos del estudio fue registrando cualquier afección persistente o nueva que se produjese a partir de los 21 días posteriores (periodo post-agudo) al diagnóstico de COVID-19 y si los pacientes fueron ingresados por esta enfermedad. Con todos los datos recogidos, calcularon el exceso de riesgo de afecciones desencadenadas por el SARS-CoV-2 a lo largo de varios meses en función de la edad, la raza, el sexo.
Los resultados obtenidos muestran que de los individuos diagnosticados con COVID-19 en 2020, el 32% buscó atención médica en el periodo post-agudo para una o más afecciones nuevas o persistentes, y lo hicieron un 11% más que el grupo de comparación de 2020.
Según los datos resultantes del estudio, los pacientes con COVID-19 tenían un mayor riesgo de desarrollar afecciones como: insuficiencia respiratoria (7,5% más que el grupo de comparación), fatiga (5,6%), presión arterial alta (4,43%) y problemas de salud mental (2,5%).
Los individuos que habían tenido que ser ingresados en el hospital a causa del COVID-19 tenían un riesgo notablemente mayor para la mayoría de las afecciones, pero no para todas. El riesgo de varias afecciones también aumentó para los hombres, para los de raza negra y para los mayores de 75 años.
"Estos hallazgos ponen de manifiesto aún más la amplia gama de secuelas importantes tras la infección aguda por el virus SARS-CoV-2. Comprender la magnitud del riesgo de las secuelas clínicas más importantes podría mejorar su diagnóstico y el manejo de los individuos con secuelas tras la infección aguda por SARS-CoV-2", explican en el informe.
Hay que señalar que se trata de un estudio observacional y esto implica algunas limitaciones. Los investigadores reconocen por ejemplo el hecho de que algunos diagnósticos podrían no representar realmente una nueva afección provocada por la infección por COVID-19. Pero aun así advierten de que, con más de 357 millones de personas infectadas por el coronavirus a escala mundial, "el número de supervivientes con secuelas tras la infección aguda seguirá creciendo".
Asimismo, concluyen apoyándose en los resultados del estudio “los proveedores y a otras partes interesadas” pueden anticipar “la magnitud de las futuras complicaciones sanitarias” y mejorar “la planificación del uso de los recursos sanitarios".
Elena Vivar