Este julio de 2024, dos descubrimientos arqueológicos han cambiado la historia del arte rupestre y las culturas prehistóricas.
En Indonesia, se han encontrado las pinturas rupestres más antiguas del mundo, con 51,200 años de antigüedad. Estas pinturas, descubiertas en una cueva de la isla de Sulawesi, presentan dibujos de animales y figuras humanas que sugieren una complejidad artística avanzada para su época. Este hallazgo redefine la línea temporal de la evolución artística humana, sugiriendo que la capacidad de crear arte surgió mucho antes de lo que se pensaba.
Paralelamente, en Venezuela, arqueólogos han descubierto veinte espacios de arte rupestre en e Parque Nacional Canaima, datados en aproximadamente 4,000 años. Estas pinturas y grabados, con motivos geométricos y figuras humanas estilizadas, indican la existencia de una cultura hasta ahora desconocida. Los investigadores sugieren que estos símbolos tenían un propósito ritual, relacionado con aspectos fundamentales de la vida como el nacimiento, la muerte y los ciclos naturales. Este descubrimiento aporta nuevas pistas sobre cómo se extendieron los primeros pobladores por Sudamérica.
Estos hallazgos no solo redefinen la cronología del arte prehistórico, sino que también aportan valiosas pistas sobre las capacidades simbólicas y culturales de las sociedades antiguas. En Indonesia, la complejidad de las representaciones artísticas sugiere que los humanos tenían una sofisticación cultural mucho antes de lo que se creía. Este descubrimiento plantea preguntas sobre la dispersión y el desarrollo de las habilidades artísticas en las primeras poblaciones humanas.
En Venezuela, los grabados y pinturas en el Parque Nacional Canaima revelan una cultura que, hasta ahora, había permanecido oculta. Los motivos rituales y los símbolos geométricos ofrecen una nueva perspectiva sobre las prácticas espirituales y sociales de estas comunidades antiguas. Este hallazgo enriquece nuestra comprensión de la diversidad cultural en Sudamérica durante la prehistoria y destaca la importancia de la región en la historia humana. Ambos descubrimientos resaltan la necesidad de seguir investigando y protegiendo estos sitios arqueológicos, ya que ofrecen una ventana única al pasado de la humanidad. La preservación y el estudio continuado de estas obras de arte rupestre son cruciales para entender mejor las raíces de la expresión artística y la evolución cultural de nuestros antepasados.