LA PAUTA DE VACUNACIÓN HETERÓLOGA PODRÍA PROPORCIONAR UNOS NIVELES DE ANTICUERPOS MUCHO MÁS ALTOS
Recibir una primera dosis de AstraZeneca y una segunda dosis de Pfizer es ya una realidad en muchos de los países que han apostado por calendarios mixtos de vacunación o pautas de vacunación heterólogas. Este cambio en el criterio de vacunación ha generado desconcierto y críticas por parte de algunos colectivos, pero también existen estudios que sugieren que la combinación de distintas vacunas puede proporcionar unos niveles de anticuerpos mucho más altos.
Hay diversos factores que han influido en ampliar el abanico de opciones con respecto a los calendarios de vacunación. Por un lado, está el cambio en las recomendaciones relativas a la administración de la vacuna de AztraZeneca y por otro están las limitaciones de suministro. Países como España, Alemania, Francia, Suecia, Noruega y Dinamarca han decidido aconsejar a las personas más jóvenes que recibieron esta vacuna como primera dosis que opten por una vacuna basada en ARNm como la de Pfizer para su segunda dosis.
En España, la decisión de permitir a los menores de 60 años vacunados con AstraZeneca que elijan si finalizan la pauta con la misma solución o con una dosis Pfizer, fue fruto de un acuerdo entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. "Es la decisión que ha adoptado Francia, Alemania, Suecia… Es una pauta que se está aplicando en otros países y será la que se va a aplicar en un futuro, porque cuando hablemos de dosis de refuerzo para el año que viene aplicaremos las vacunas que en ese momento estén, y serán probablemente diferentes", explicaba la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Este cambio de rumbo, aunque fue solicitado por muchas de las comunidades autónomas, no se ha librado del desconcierto y las críticas de algunos colectivos. Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), como la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aconsejan que las segundas dosis deben inocularse con el mismo suero, y desde la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) recomiendan también a los farmacéuticos “que se han quedado a medio vacunar que completen la pauta con la misma vacuna”. Sin embargo, y aunque todavía existen muchos estudios en curso, dos ensayos de mezcla y combinación procedentes de España y Reino Unido sugieren que los calendarios mixtos de vacunación, a pesar de aumentar la reactogenicidad, pueden proporcionar niveles de anticuerpos más altos que dos dosis de una misma vacuna.
En el estudio de Reino Unido publicado en la revista Lancet se seleccionó de manera aleatoria a 830 adultos mayores de 50 años para inocularles primero una de las dos vacunas -Pfizer o AstraZeneca-, y después la contraria. Una vez analizados los resultados del ensayo, se descubrió que las personas que fueron vacunadas con dosis mixtas tenían una mayor predisposición a desarrollar síntomas de leves a moderado en comparación con los que recibieron vacunas de la misma compañía. Los síntomas que se observaron con mayor frecuencia fueron: escalofríos, fatiga, fiebre, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones, malestar general, dolor muscular y dolor en el lugar de la inyección. Sin embargo, estos síntomas tuvieron una duración muy breve, no se detectó ningún otro problema ni reacción y se mitigaron estableciendo un uso preventivo de rutina de paracetamol en las 48 horas posteriores a la vacunación.
CombivacS, el estudio español, se presentó el 19 de abril por el Instituto de Salud Carlos III, una entidad dependiente de los Ministerios de Ciencia e Innovación y Sanidad. Es un ensayo clínico en fase 2, comparativo, aleatorizado, adaptativo que aún no ha sido revisado por pares. Su objetivo es evaluar la inmunogenicidad de una dosis de Pfizer en personas de menos de 60 años que ya han recibido una dosis de AstraZeneca. Los 600 voluntarios que forman parte de este estudio son personas residentes en Barcelona, Bilbao y Madrid.
Según el estudio, los primeros resultados de este ensayo publicados en formato preprint en la revista Lancet, demuestran por primera vez que una pauta de vacunación basada en la combinación de diferentes vacunas provoca una respuesta potente tanto humoral como celular frente al COVID-19. Esto quiere decir que se generan linfocitos B (respuesta humoral) que bloquean el virus antes de que realice la infección, y también linfocitos T (respuesta celular) que son otro tipo de células inmunitarias capaces de destruir las células ya infectadas. El principal objetivo de toda vacuna es la generación de anticuerpos, pero si a eso se suma la inmunidad celular, la respuesta inmunitaria está mucho más reforzada y mejora la protección frente al virus. Si estos datos se tienen en cuenta, podrían ayudar al diseño de pautas de vacunación futuras basadas en la combinación de vacunas.
Isabel Sola, codirectora del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, en declaraciones para el diario 20minutos, asegura que mezclar vacunas es "una idea razonable" y, de hecho, "es lo habitual" en investigaciones para enfermedades de sanidad animal. La científica explica, además, que mezclar diferentes soluciones tiene mucho sentido cuando se trata de vacunas de vector viral como la de AstraZeneca o la de Janssen: “Las vacunas que son un vector viral llevan un vehículo que es el adenovirus y ese vehículo lleva como pasajera información de la proteína 'S' del coronavirus, cuando eso se administra a una persona, el sistema inmune detecta algo extraño y genera una respuesta inmune contra todo. Al administrar la segunda dosis, lo que sucede es que el vehículo no llega a poder entregar el pasajero que tenía que entregar porque antes el sistema inmune ya lo ha neutralizado. Por eso conviene presentarle la información de dos formas distintas para conseguir la máxima eficacia".