GUERRA ENTRE BANDAS LATINAS POR REDES
Esta guerra entre bandas suma ya 4 muertos y 8 heridos graves además de una multitudinaria reyerta. Estos enfrentamientos llevan años sucediendo, pero en este último mes se han agudizado. Esta guerra entre bandas cuenta con un modus operandi que se da a través de las redes sociales, con provocaciones y amenazas de unas a otras. Además, estos grupos se financian a partir de unas cuotas que todos los miembros deben pagar, echo que les obliga a realizar acciones ilícitas como traficar con drogas o cometer robos.
Cada banda es identificada por un emoticono; Los trinitarios se identifican con un trébol verde mientras que, los Dominican Don´t Play son un gorila negro. Además, aparecen otras bandas como, Bloods identificada con una gota de sangre y Latin Kings con un león. Estos grupos cuentan con sus propias jergas y transmiten sus mensajes a través de plataformas como Tik Tok, Instagram o YouTube.
Con la pandemia las cuadrillas han crecido, puesto que con la mayor implantación de las redes sociales han reclutado nuevos miembros a sus tropas. El objetivo principal de estas bandas es tomar el control del territorio, ahora eso se ha diversificado y también luchan por hacerse virales, puesto que lo asocian a conseguir prestigio. Además, de acabar con sus enemigos y aumentar sus ingresos económicos.
Cada banda tiene sus propios hashtags, para que su búsqueda sea más fácil y se hagan más conocido. Por ejemplo: Los Dominicans Don´t Play utilizan #d3. Mientras que los trinitarios #d7. Además, cada banda cuenta con unas características visuales diferentes. Normalmente, los integrantes llevan atuendos oscuros con capuchas y cinturones para esconder las armas, pero cuentan con una particularidad. Dependiendo de la banda a la que pertenezcan llevarán un atuendo de color diferente. Por ejemplo, los trinitarios se identifican con el verde y los Dominicans Don´t Play con el rojo. En cuanto a estos colores, cada miembro cuenta con un tono, puesto que con eso crean y diferencian su estructura de poder.
Su jerarquía es férrea, cuentan con un líder que normalmente se encuentra en la cárcel y desde allí facilita las órdenes y recibe los beneficios. Debajo de este líder aparecen los lugartenientes, encargados de controlar el territorio que estiman suyo. Tras ello los responsables de bloques, controlan pequeñas fracciones del territorio. Y, en la base, los soldados y probatorios que deben superar ciertas pruebas para formar parte del grupo. En estas bandas muestran especial interés en reclutar a niños menores de 14 años debido a que, son inimputables. Como recompensa a los nuevos integrantes más fieles y a los integrantes de más alto rango, los invitarán a sus fiestas y a participar en sus videoclips. Además, crean una sensación de “familia” y les generan una falsa percepción de protección.
Las redes sociales se han vuelto imprescindibles para ellos, puesto que las utilizan para publicar sus ataques y, retar así a sus adversarios. Además, hacen videoclips con referencia a drogas, alcohol y sexo. Como escenario presentan los lugares que frecuentan. Los jóvenes los idealizan y a través de estas canciones aprenden símbolos, gestos y términos con los que los pandilleros se comunican.
Muchos critican estas actuaciones como una “moda”, a lo que los pandilleros responden llenando las pantallas con sus símbolos, con insultos y con amenazas.
Estas bandas se dedican a actividades ilícitas; Tráfico de drogas, asesinatos o lesiones a sus adversarios, tenencia de armas, abusos sexuales o prostitución de menores. Y, se autodenominan como bandas secretas y por ello tienen mensajes ocultos como; a los españoles los denominan como 6.14 o a la policía como 2.36.
Silvia Mordillo