EL ÉXITO DE EUROVISIÓN REÚNE A UNA MULTITUD DE JÓVENES
El pasado sábado 14 de mayo, Chanel Terrero representaba a España en el festival de Eurovisión, celebrado en Turín, con su tema SloMo y lograba colocarse en tercera posición. La española llegaba al concurso musical como una de las favoritas y las apuestas no fallaron, con 459 puntos, Chanel obtenía la mejor puntuación de la historia de España en Eurovisión y la mejor posición desde hacía 27 años. Las redes se inundaron de mensajes de ánimo con el hashtag “#Chanelazo”.
En su regreso a España, Chanel y su elenco de bailarines, recibían una calurosa bienvenida en el aeropuerto llena de pancartas, cánticos y halagos. Horas más tarde, la cantante aparecía en la Plaza Mayor de Madrid con motivo de la celebración de San Isidro. Con su salida al escenario, todo el público aunó sus voces al grito de “ganadora”. Terrero se mostraba agradecida y “arropada” afirmaba la cantante, que ocultaba sus ojos tras unas gafas de sol, al igual que horas antes en el aeropuerto. A modo de justificación, Chanel afirmaba, que utilizaba gafas de sol porque sufría conjuntivitis por haber llorado en exceso. Además, la cantante afirmaba que su éxito y trabajo no iban dirigidos para acallar a aquellos que en un principio criticaron duramente a Chanel, a su actuación, o incluso a su vestuario.
En la Plaza Mayor de Madrid se reunieron alrededor de 10.000 personas, haciendo así que el aforo estuviese completo en pocas horas. Esto causó frustración entre aquellos que esperaban detrás de las vallas colocadas por la Policía Municipal. Desde esas vallas se observaba como dentro de la plaza la distancia de seguridad entre personas era más amplia de lo que hubiese sido antes de la pandemia. Los responsables de controlar el aforo alegaban que seguían las indicaciones recibidas por el distrito centro y por la Policía Municipal de Madrid.
Silvia Mordillo