EL ‘’PASAPORTE COVID’’: EN QUÉ CONSISTE Y POR QUÉ ALGUNOS PAÍSES LO CRITICAN
La Comisión Europea aprobó el pasado miércoles el Certificado Digital Verde, también denominado pasaporte europeo de vacunación o también, ‘pasaporte covid’. Para que el certificado vea la luz y pueda utilizarse como un método efectivo de movilidad segura, tiene que superar el trámite legislativo comunitario. Si esto sucede, es decir, si los gobiernos y el Parlamento Europeo le dan el visto bueno, quedaría la puesta en marcha de un mecanismo o herramienta informática para que su emisión y lectura sea posible en todos los países de la Unión Europea.
"Queremos ayudar a los Estados miembros a devolver la libertad de movimientos de forma fiable", afirmó el pasado miércoles la presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen. Como puede inferirse de estas declaraciones, el objetivo del pasaporte europeo de vacunación es permitir la movilidad sin restricciones dentro del bloque a las personas que estén vacunadas contra el COVID-19, hayan pasado recientemente la enfermedad o tengan una prueba negativa.
Desde Bruselas se espera que pueda estar en marcha para el mes de junio, momento en el que comienza la temporada turística. Las opiniones que ha despertado este documento de identificación han sido muy dispares. Algunos estados miembros, como es el caso de Francia, consideran que podría llegar a convertirse en un elemento discriminatorio. En Alemania creen que no se trata de una medida prioritaria, y otros como Países Bajos, ven al ‘pasaporte covid’ con bastante escepticismo, ya que todavía no se ha podido garantizar que una persona que haya sido vacunada no pueda contraer el virus.
Entrando en detalle, el Certificado Digital Verde debe pasar el trámite legislativo comunitario para estar disponible para todos los ciudadanos de la Unión Europea; confirmaría la vacunación haber dado negativo en covid-19, en una PCR o una prueba de flujo lateral, o haberse recuperado de la infección en los últimos 180 días; sería emitido en formato digital y papel, ambos tipos incluirían un código QR para garantizar su autenticidad; estaría impreso en el idioma o idiomas oficiales del estado emisor y en inglés; y se distribuiría de manera gratuita.
Las vacunas que han sido aprobadas para el certificado son las de Moderna, Oxford-AstraZeneca Johnson & Johnson y Pfizer-BioNTech. La vacuna rusa Sputnik V y las chinas Sinovac y Sinopharm, no han sido incluidas, pero la propuesta de la Comisión Europea expone que este planteamiento "no deberían impedir a los estados miembro decidir aceptar certificados de otras vacunas contra el covid-19". Dentro de estas guías se propone también que cualquier estado miembro que permita a sus viajeros vacunados evadir restricciones como podría ser la cuarentena, deberá aceptar los certificados de los viajeros de otros estados bajo las mismas circunstancias.
Un total de seis estados miembros -Austria, Bulgaria, Grecia, Malta, Eslovaquia y España-, se han mostrado partidarios de crear este certificado médico para permitir y reactivar los viajes no esenciales dentro de la Unión Europea. "Creemos que es hora de que al menos fijemos condiciones bajo las cuales los viajes no esenciales, en particular para el turismo, puedan ser reanudados", puede leerse en el documento.
El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, ve con muy buenos ojos la propuesta del certificado: "facilitaría significativamente el movimiento de ciudadanos y ayudaría a impulsar el turismo y las economías que tanto dependen de él". En España también se ha recibido bien la propuesta, el secretario general de Salud Digital, Alfredo González, ha aclarado además que el Certificado Verde Digital promoverá y facilitará la libre circulación en la UE, "pero no limitará la movilidad" a quienes no lo tengan y "respetará en todo caso, la protección de datos, la seguridad y la privacidad".