BIG-DATA: UN GRAN ALIADO PARA REDUCIR CONFLICTOS ENTRE FAUNA SALVAJE Y HUMANOS
Investigadores de la Universidad de Telaviv han diseñado un nuevo sistema de GPS inverso que permite recopilar datos a gran escala sobre los movimientos detallados de muchas especies animales. Con ellos, se facilita el descubrimiento de los comportamientos de la fauna salvaje y la reducción de los conflictos con los humanos.
En el estudio, publicado en la revista Science, el profesor Ran Nathan, de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), acompañado de estudiantes y colegas de 12 países diferentes, hace una revisión las tecnologías que llevan utilizándose hasta el momento para recopilar información sobre los movimientos de mamíferos, aves, peces y otros animales salvajes en sus entornos naturales.
Pero lo más importante de esta investigación es lo que Ran Nathan y Sivan Toledo profesor de la Universidad de Tel Aviv, han conseguido desarrollar. Se trata de un nuevo sistema de GPS inverso denominado ATLAS, bajo los auspicios del Centro Minerva de Ecología del Movimiento.
Por el momento, no existe otro dispositivo en el mercado capaz de crear base de datos sobre el movimiento de los animales salvajes mediante el seguimiento simultáneo de muchas docenas de animales salvajes. Sus puntos fuertes son: la gran precisión, es capaz de calcular la localización del animal con tan solo unos pocos metros de margen de error; la alta resolución, transmitiendo los datos cada segundo; y la durabilidad, ya que tiene una autonomía de meses.
El sistema ha podido instalarse en países como Israel, Reino Unido, Países Bajos o Alemania, un hecho que ha permitido abordar cuestiones básicas de ecología del movimiento que hasta el momento estaban fuera de su alcance.
"Este sofisticado sistema de rastreo ha dado lugar a una serie de descubrimientos interesantes y novedosos, como la primera prueba de la existencia de un mapa cognitivo en un animal salvaje (un murciélago frugívoro), un estudio pionero que relaciona la variación entre aves individuales (faisanes) en su capacidad cognitiva y sus patrones de uso del espacio, y el descubrimiento de una notable segregación espacial en las áreas de alimentación entre murciélagos que se posan en dos colonias adyacentes, debido a la memoria de un individuo y a la transferencia de información entre murciélagos, sin que sorprendentemente haya pruebas de que la competencia sea una fuerza impulsora", explica Nathan.
El seguimiento de especies animales ha permitido a Nathan y a sus estudiantes: proporcionar alertas tempranas para evitar la colisión de los cóndores californianos, en peligro crítico de extinción, con las turbinas eólicas de la zona; ayudar a localizar los barcos de pesca ilegal en vastos océanos, realizando el seguimiento de los albatros; o proporcionar información única sobre la epidemia de gripe aviar que provocó la muerte de miles de grullas en Israel a principios de este invierno.
"A la primera señal de muerte entre unas pocas docenas de grullas, una proporción mucho mayor de nuestras grullas marcadas con GPS murieron o se sospechó que estaban infectadas dada la repentina reducción de sus movimientos y actividad. Informamos a las autoridades de que se avecinaba un evento de mortalidad drástica, como desgraciadamente ocurrió, y que debían tomarse medidas urgentes", relata Nathan.
Semanas más tarde, el equipo fue capaz de rastrear el destino de las aves infectadas y descubrió que algunas se habían recuperado. Gracias a esos datos, Nathan señala que ahora pueden “observar de cerca los datos de las grullas que invernan en África para vigilar la posible segunda oleada del brote, cuando pronto lleguen millones de aves migratorias".
Elena Vivar